Realmente, soy de aquel que me toca y me hace reír.
De con quien cruzo la mirada, y sus ojos me dicen lo que su boca calla.
De quien me habla claro y se queda sin oscurecer; sólo quiere verme volar.
Soy de quien sólo anda con rodeos en el momento de abrazarme.
De quien me dice «todo pasa y todo llega»; pasa y llega.